La poesía es un género que me gusta explicar en el aula, más por exigencias del temario que por mi afinidad a la lírica, pues particularmente, mis preferencias se orientan hacia el teatro y la narrativa.
Curiosamente, dentro de mi programación tengo actividades para acercar a los alumnos a la poesía a través de los haiku por medio de ejemplos de autores hispanoamericanos ellos (Tablada o Borges) más dados a la experimentación formal y conceptual que los autóctonos.
Mi amiga y compañera de fatigas de Turís, Mª José, en su blog ha publicado varias cositas relacionadas con la poesía oriental: los poemas haiku y los poemas tanka - éstos últimos de los que no había oído hablar-.
Picada por la curiosidad y por mi afán de explorar en los géneros, me atrevo a escribir mi primer haiku y mi sorpresa es que no es tan sencillo como pueda parecer a simple vista.
El viento dormido
acaricia mi alma
con su silencio
2 comentarios:
Qué maravilla. No sabes la alegría que me das, además doble, me encanta poder compartir la aventura bloguera pero sabes que me gusta aún más que te hayas lanzado con la poesía, señorita narrativa. Me ha gustado mucho.
Me alegro de que te haya gustado.
No me lanzaba a escribir poesía porque es una visión subjetiva del autor, una explosión de intimidad, una expresión a raudales de sentimientos que obligan a que desnude mi alma.
La narrativa me permite mantenerme detrás de mi coraza y como decía Valle Inclán "mirar a los personajes desde arriba".
Quizá sea la hora de dejar salir todas las sensaciones y emociones.
Con unas cuantas cenas más, mi psicoanálisis literario estará completo ja,ja,ja.
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