Visitando la biblioteca para devolver los libros que había sacado de crítica literaria y comentario de textos (ya que no han lugar, dado que este año nuestra bendita Consellería ha decidido congelar las oposiciones), me he encontrado con una grata sorpresa.
Al levantar la vista y mirar hacia un estante lo he visto. En ese mismo instante he decidido que sería mi próxima lectura y lo he elegido entre la multitud de libros que se recomendaban. O puede que yo no haya elegido el libro, sino que haya sido él el que me ha elegido a mí.
Al llegar a casa y hojearlo, pues mi curiosidad e impaciencia siempre van de la mano, la sorpresa ha sido doble. El autor ha unido sus conocimientos matemáticos para darle a la trama un halo de suspense. A su vez ha mezclado argumentos de obras como La Divina Comedia y el Aleph en una amalgama de elementos que recogen el mito de esa gran biblioteca de Babel de la cual habla Borges.
No desvelo el título del libro hasta que no lo haya leído y pueda tener una opinión. Quizá se pueda recomendar  a los alumnos como lectura optativa para subir nota. Sólo decir que el autor es italiano y que también ha escrito literatura juvenil.
¿Sabéis ya de quién hablo?