Este fragamento pertenece al discurso que Clara Campoamor pronunció en las Cortes el día 1 de octubre de 1931, y a partir del cual, se instauró el voto femenino.
Hoy, Día de la Mujer Trabajadora, y como pequeño homenaje a todas aquellas que anticipándose a su tiempo, lucharon por los derechos de las mujeres y por la igualdad entre ambos sexos, os dejo una pequeña parte de ese discurso:
[...] A eso, un solo argumento: aunque no queráis y si por acaso admitís la incapacidad femenina, votáis con la mitad de vuestro ser incapaz. Yo y todas las mujeres a quienes represento queremos votar con nuestra mitad masculina, porque no hay degeneración de sexos, porque todos somos hijos de hombre y mujer y recibimos por igual las dos partes de nuestro ser, argumento que han desarrollado los biólogos. Somos producto de dos seres; no hay incapacidad posible de vosotros a mí, ni de mí a vosotros.
Desconocer esto es negar la realidad evidente. Negadlo si queréis; sois libres de ello, pero sólo en virtud de un derecho que habéis (perdonadme la palabra, que digo sólo por su claridad y no con espíritu agresivo) detentado, porque os disteis a vosotros mismos las leyes; pero no porque tengáis un derecho natural para poner al margen a la mujer.
Yo, señores diputados, me siento ciudadano antes que mujer, y considero que sería un profundo error político dejar a la mujer al margen de ese derecho, a la mujer que espera y confía en vosotros; a la mujer que, como ocurrió con otras fuerzas nuevas en la revolución francesa, será indiscutiblemente una nueva fuerza que se incorpora al derecho y no hay sino que empujarla a que siga su camino.
No dejéis a la mujer que, si es regresiva, piense que su esperanza estuvo en la dictadura; no dejéis a la mujer que piense, si es avanzada, que su esperanza de igualdad está en el comunismo. No cometáis, señores diputados, ese error político de gravísimas consecuencias. Salváis a la República, ayudáis a la República atrayéndoos y sumándoos esa fuerza que espera ansiosa el momento de su redención. [...]
2 comentarios:
Magnífico fragmento. No crees que incluso hoy en día, nos toca hacer de Clara Campoamor de vez en cuando, salvando las distancias...
La mayoría de revoluciones, les guste a los hombres o no, se han ganado gracias a las mujeres y muchos de los logros sociales conseguidos también.
Las futuras (revoluciones) también serán femeninas. Es por eso que muchos hombres nos admiran y a la vez nos temen (sobre todo los políticos) porque nosotras tenemos la llave... Ahora hay que usarla bien...
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