miércoles, 9 de marzo de 2011

DÍA DE LA MUJER

Este fragamento pertenece al discurso que Clara Campoamor  pronunció en las Cortes el día 1 de octubre de 1931, y a partir del cual, se instauró el voto femenino.
Hoy, Día de la Mujer Trabajadora, y como pequeño homenaje a todas aquellas que anticipándose a su tiempo, lucharon por los derechos de las mujeres y por la igualdad entre ambos sexos, os dejo una pequeña parte de ese discurso:


[...] A eso, un solo argumento: aunque no queráis y si por acaso admitís la incapacidad femenina, votáis con la mitad de vuestro ser incapaz. Yo y todas las mujeres a quienes represento queremos votar con nuestra mitad masculina, porque no hay degeneración de sexos, porque todos somos hijos de hombre y mujer y recibimos por igual las dos partes de nuestro ser, argumento que han desarrollado los biólogos. Somos producto de dos seres; no hay incapacidad posible de vosotros a mí, ni de mí a vosotros.

Desconocer esto es negar la realidad evidente. Negadlo si queréis; sois libres de ello, pero sólo en virtud de un derecho que habéis (perdonadme la palabra, que digo sólo por su claridad y no con espíritu agresivo) detentado, porque os disteis a vosotros mismos las leyes; pero no porque tengáis un derecho natural para poner al margen a la mujer.
Yo, señores diputados, me siento ciudadano antes que mujer, y considero que sería un profundo error político dejar a la mujer al margen de ese derecho, a la mujer que espera y confía en vosotros; a la mujer que, como ocurrió con otras fuerzas nuevas en la revolución francesa, será indiscutiblemente una nueva fuerza que se incorpora al derecho y no hay sino que empujarla a que siga su camino.
No dejéis a la mujer que, si es regresiva, piense que su esperanza estuvo en la dictadura; no dejéis a la mujer que piense, si es avanzada, que su esperanza de igualdad está en el comunismo. No cometáis, señores diputados, ese error político de gravísimas consecuencias. Salváis a la República, ayudáis a la República atrayéndoos y sumándoos esa fuerza que espera ansiosa el momento de su redención. [...]





2 comentarios:

mjchorda dijo...

Magnífico fragmento. No crees que incluso hoy en día, nos toca hacer de Clara Campoamor de vez en cuando, salvando las distancias...

CMG dijo...

La mayoría de revoluciones, les guste a los hombres o no, se han ganado gracias a las mujeres y muchos de los logros sociales conseguidos también.
Las futuras (revoluciones) también serán femeninas. Es por eso que muchos hombres nos admiran y a la vez nos temen (sobre todo los políticos) porque nosotras tenemos la llave... Ahora hay que usarla bien...