sábado, 14 de enero de 2012

El comienzo del 2012 no ha podido ser más nefasto. El anuncio de recortes y subida de impuestos en general y las medidas abusivas, concretamente, a nuestro colectivo, hacen que hayamos empezado de nuevo las clases con un clima de desencanto, e incluso con la sensación de ser los cabeza de turco de esta crisis que ha minado la moral de muchos.
En la Comunidad Valenciana, además de las medidas anunciadas a nivel estatal, se nos han aplicado una serie de recortes que no se habían visto en toda la etapa de la democracia.
Como todo el mundo sabe, nuestra comunidad es la más endeudada de todas las autonomías, y somos los funcionarios los que debemos pagar el despilfarro sin límites de nuestros gobernantes.
El fasto y boato de algunos que con la excusa de querer poner la comunidad a la cabeza del país, han malgastado nuestro dinero en visitas pontificias, Copa América, Fórmula 1, sin hablar del mausoleo que se ha construido nuestra alcaldesa, llámese Ciudad de las Ciencias, Ágora, etc nos ha llevado a la más absoluta ruina y diez días después de aprobar el presupuesto, el Presidente de la Generalitat anuncia que es insuficiente y nos sorprende con el rescate por parte del estado y los recortes que son realmente indecentes.
¿Cuál es la jugada que se quiere de una forma solapada llevar a cabo? Muy sencillo, privatizar la sanidad y la educación para que los sectores públicos queden como reducto marginal de todo aquel que se encuentre en peligro de exclusión social.
La lucha por los derechos, el estado de bienestar, etc desaparece de un plumazo.
Y lo peor es que los ciudadanos no hemos tenido nada que ver con los desmanes que se han producido, y ahí están los tribunales juzgando varios casos.
Probablemente, si nos hubieran preguntado, la mayoría no habríamos querido que el dinero de nuestros impuestos se despilfarrase de manera descontrolada.